13 de febrero de 2010

Incondicional e irrevocablemente enamorada de él.

Había tres cosas de las que estaba absolutamente segura.
La primera: Edward era un vampiro.
La segunda: Una parte de él, y no sabía lo potente que podía ser esa parte, tenía sed de mi sangre.
Y la tercera: Estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario